lunes, 14 de marzo de 2016

Cultura, hostoria y arte






Puesto que la Europa Latina es un área cultural cuyo denominador en común es el origen de las lenguas que en ella se hablan, hemos considerado que lo más adecuado era hablar en este post sobre cultura, historia y arte puesto que todo ello está íntimamente relacionado.


Como ya se ha mencionado en entradas anteriores, la expansión del Imperio Romano implicó la expansión de la lengua latina a lo largo y ancho de las costas del Mediterráneo e incluso tierra adentro por buena parte del territorio germano, galo y dacio.  Pero la lengua no fue el único elemento cultural absorbido por “los barbaros”.  Como sabemos, durante su expansión los Romanos impusieron un modelo político y legislativo, los cuales todavía tienen un peso importante en los estatutos actuales. Otra de las imposiciones romanas fue su modelo urbanístico que responde a una organización absolutamente racional.  Su influencia, no solo la encontramos en la herencia de grandes ciudades romanas como Nimes o Tarraco y sus vestigios arquitectónicos, sino también en los planes urbanísticos más actuales de las grandes ciudades europeas. Un claro ejemplo lo encontramos en el proyecto de reforma y ensanche de la ciudad de Barcelona ideado por Idelfons Cerdà en que la ciudad se estructura a partir de tres grandes vías y se expande mediante un planímetro geométrico regular.  



Idelfons Cerdà. Proyecto de reforma y ensanche de la ciudad de Barcelona.
Plando de la ciudad romana ideal.


Otra de las aportaciones del Imperio Romano a tener en cuenta es la consolidación del catolicismo en todo su territorio, especialmente después del Edicto de Tesalónica (380 d.C.) en que se declaró como religión oficial del imperio. De hecho, la Iglesia Católica ha jugado un importantísimo papel en la historia puesto que, gracias a su vigor, no solo consiguió sobrevivir al colapso del Imperio Romano, sino que actuó como agente de cohesión cultural en el territorio manteniendo el latín como lengua oficial dentro de la institución. Además, cabe destacar que a lo largo de la Edad Media la Iglesia Romana se propuso como objetivo recuperar el control sobre Tierra Santa y expulsar a los infieles de los territorios históricamente cristianos emulando así, en cierta manera, al Imperio Romano e imponiendo de nuevo su cultura ahí donde había perdido vigor, pero con un acento mucho más teocéntrico.



Es a finales de la Edad Media, sobre el siglo XV, cuando se empieza a reinterpretar el mundo en clave antropocéntrica aportando un nuevo enfoque al campo de la ciencia, las letras, la política, la filosofía, y especialmente del arte. recuperando la racionalidad que le era propia al mundo grecolatino. Es por esto que al movimiento cultural se le denominó Renacimiento en tanto que para el hombre significó un resurgir de sus cenizas, el retorno de la cultura antecedente de la era oscura que había supuesto la Edad Media.  Es en el arte donde vemos de forma más evidente este retorno a las formas clásicas. Por una parte la escultura pierde el hieratismo en el que se había sumergido durante los siglos anteriores y recupera las medidas canónicas del arte grecoromano con volúmenes bien trabajados. El ejemplo por excelencia sería el David de Miguel Ángel  aunque podríamos poner muchísimos más como el San Marcos de Donatello,

 Miguel Ángel. David. 1501-1504




Donatello. San Marcos. 1411-1413.

Por otra parte,  en la pintura, la figura humana vuelve a ser el centro de la composición y se hacen grandes mejoras en las técnicas compositivas relacionadas con el estudio de la luz que permiten dar a los cuadres cierta sensación de profundidad y de realismo. A demás, uno de los temas principales es el retorno a la antigüedad. Un buen ejemplo sería La escuela de Atenas de Rafael o la Virgen del Canciller Rolin de Jan van Eyck.

Rafael. La escuela de Atenas. 1510-1511.

Jan van Eyck. Virgen del canciller Rolin. 1435.




































Finalmente, la arquitectura recupera la sencillez y la claridad estructural mediante proporciones harmónicas milimétricamente calculadas tomando como referente los grandes monumentos arquitectónicos que dejaron los romanos. Algunos ejemplos ilustrativos son Santa Maria del Fiore d Buneleschi y la Basilica de El Escorial de Juan Bautista de Toledo.

Filippo Brunelleschi. Santa Maria dil Fiore. 1296-1418.

Juan Bautista de Toledo. Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. 1563-1584.




























El periodo histórico correspondiente al Renacimiento suele asociarse con un espacio de tiempo de evolución o proceso mediante la emulación del pasado.  En el discurso de la historia universal se trata de un momento clave en el que el hombre consigue superar la oscuridad y el caos de la Edad Media recuperando la racionalidad propia atribuida al antecedente romano. Si en buena parte esto es así, tal y como hemos visto ilustrado mediante el arte propio de este periodo, no se trata de una ruptura tajante. De trasfondo seguimos encontrándonos con conflictos políticos y religiosos y, en menor medida, con alguna crisis económica.  Uno de los conflictos más remarcables y que dejó una mella importante en la cultura de la región de la Europa latina se trata del cisma de la Iglesia con la difusión del protestantismo en Alemania y la Reforma Luterana y su consecuente Contrarreforma Católica. Este conflicto político y religioso, al que se sumó una gran hambruna a finales del siglo XVII también tuvo sus repercusiones en el arte dando como resultado un movimiento cultural conocido como Barroco en el que se expresa el sentimiento de fatalidad y dramatismo que empezaba a dominar a la sociedad. La escultura y la pintura son las expresiones artísticas que ponen especialmente de manifiesto el resultado de las adversidades de la época.




José Antolinez. Immaculada Conepción. 1666.
Rembrandt. Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp.1632.









Pierre Puget.Perseo y Andrómeda.1685.

Gian Lorenzo Bernini. El éxxtasi de Santa Teresa.1647-1651.






































Cuando finalmente terminaron las guerras de religión Europa se encontraba inversa en una desesperante agitación que empezó a tranquilizarse tras la Paz de Westfalia (1648). En este momento la elite intelectual se preocupó por retomar la racionalidad del pasado retornando a los clásicos grecolatinos. De nuevo nos encontrmos con un periodo de grandes avances científicos y tecnológicos al que hemos llamado la era de las luces o la Ilustración. En el ámbito artístico los principales autores emprendieron viajes de reencuentro hacia Roma realizando lo que conocemos como el Gran Tour con la intención de empaparse de la cultura romana que podía interpretarse a través de las ruinas de la capital imperial. Como resultado nos encontramos con unas obras de arte inspirados en el arte antiguo con la intención de agregar un valor didáctico y moralizante. Una de las principales características es la fuerte carga racionalista que promueve el nacionalismo. A continuación, algunos de las principales representaciones artísticas:







Jacques-Louis David. Napoleón a caballo.1801

Jacques-Louis David. El juramento ded los Horacios.1784

 Museo del Prado. 1856.

.San Vidente de Paúl. 1824-1844


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